
El nombre real de Mäda Primavesi, era verdaderamente, Mäda Primavesi.
Así empezaría Murakami un cuento sobre ella.
Ella tiene alma violeta. Le gusta escribir cartas largas por las noches y por el día cataloga el perfume de todas las flores de la primavera.
Dicen muchas cosas de ella, que si se ríe cantan las alondras y vuelan mucho más alto, que se entrega a manos llenas a todos los que están cerca, que su voluntad se cumple a como de lugar.
Sobre todo se dice que cuando le hablas te entiende con una claridad de agua de río, aquello que no puedes explicar bien a los demás, a ella se lo puedes decir con precisión. Como sus ojos.
Se dice, y es un saber popular, que es casi un milagro, o una suerte inesperada, hallar una persona como ella. Pequeña Mäda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario