Ok, aquí les va generoso público la segunda parte del tema colectivo. Prometemos mayor fluidez con este asunto. Gracias.
La busqué en mi montaña de recuerdos, cavé hasta lo más hondo, me encontré con juguetes rotos y sentimientos funcionales, promesas relucientes y juramentos opacos, lágrimas secas y risas fértiles, miradas atónitas y miradas cansadas; lo que fue y lo que pudo ser.
Adentrándome más y más en dichos escombros, las voces del mundo se fueron extinguiendo hasta volverse un susurro apenas perceptible, la luz se tornó pequeños hilos blancos que se iban cortando, dándose por vencidos ante la inminente oscuridad a la que me entregaba de manera impetuosa.
Eventualmente me quedé en silencio, el mundo se cristalizó y me quedé en el vacío, entre la nada y el Domingo.
Mientras mis sueños desfilaban de uno en uno, entregándolo todo para ser notados y tener la oportunidad de volverse realidad, yo me dediqué a seguir buscando, con los ojos quejumbrosos y las manos doloridas, ignorando todas y cada una de las creaciones únicas que yo inconscientemente había traído al limbo y que ahora abandonaba al olvido.
Pero hubo una
Hubo una que se atrevió Una que se atrevió a salir de la fila
Que se atrevió a salir de la fila para probar su valor
Una simple caricia de su mano me hizo tomar una bocanda de aire, nuevo y lleno de vida; no me había percatado de que durante mi búsqueda no había respirado una sola vez.
Al mismo tiempo, en su mirada pude leer todo lo que había transcurrido en aquellos días en que le dí la espalda al presente, buscando desesperadamente algo que validara mi existencia. Cada parpadeo me mostraba una página nueva.
Llegada la última página, el libro se cerró, pero no se volvió a abrir.
Ahí estaba, parado frente a esta enigmática mujer, hecha de realidad y de secretos, mis secretos. Una mujer en la que, sin siquiera conocer su nombre, su pasado o su canción favorita, pude ver todo lo que soy, impregnado en su piel, en sus ojos y en su simple existencia.
Finalmente, cual ola que impacta sobre la arena justo despues de alcanzar su punto máximo de euforia, me encontré a mí mismo probando aquellos labios que no pronunciaron una sola palabra.
Un instante, un beso, una persona, una musa.
Estando a punto de conocer la identidad de aquella Embajadora de Sueños, una pared de densa conciencia anunció mi partida, el vacío tomó forma de techo y de ventana, el silencio se volvió un ladrido y la calidez de ese momento se volvió un rayo de Sol, apuntado con suma precisión directo a mi rostro.
¿Con quién me gustaría irme de viaje? Con la Embajadora de Sueños.
¿A dónde?
A una casa junto a una playa desierta.
¿Para qué?
Para darle las gracias por darme el regalo de respirar de nuevo y de recordar quién soy, en forma de una sonrisa, quizás un par de lágrimas y un abrazo.
Y finalmente para hacerle tres preguntas cruciales
1 ¿Por qué me escogiste a mí?
2 ¿Cómo es que me conoces?
3 ¿Cuál es tu canción favorita?
L
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El transporte: Para empezar no me gustan los aviones (bendito 9/11), los barcos también me dan miedo (tres veces benditos Leo DiCaprio y Kate Winslet). Para viajar prefiero el carro, el problema con el auto es que no me gusta manejar mucho tiempo y no confío lo suficiente en la gente que maneja, luego entonces me la paso despierto todo el camino.
El lugar: Un lago con un árbol en medio y una cabaña flotante. Que las estrellas se puedan ver desde ahí (que gay) y haya montañas que circunden el lugar. Otra posibilidad sería algún set de películas de ciencia ficción.
La compañía: Conmigo mismo. Aunque claro Natalie Portman siempre será bien recibida en mi lecho.
En la mochila: Comida, Libros, Teléfono satelital (por si las flais), mantas de lana.
¿Por cuanto tiempo?: Sería interesante que sucediera algo así como en Dragon Ball, un cuarto al que entras y estas años pero afuera solo han pasado minutos.
La Canción: To Build a Home - The Cinematic Orchestra
R.
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La verdad no se me ocurre ningún viaje épico en mi existencia (pero de seguro hay uno que no recuerdo), por lo que les contaré la historia de cuando tuve que ir a destruir un anillo mágico tirándolo en un volcán, fue un largo viaje y sin zapatos, camine por muchos días… la verdad no.
No se me ocurre que poner, y me acorde del Señor de los Anillos, muy buenas películas, tres películas de gente caminando, y criaturas mágicas caminando, orcos caminando, incluso los arboles caminaban, ahora que lo pienso fueron tres películas de gente y criaturas caminando, ¿si hubieran trotado hubieran sido dos películas? Porque hasta donde entiendo la película de Corre, Lola, corre es solo una película (perdonen las tonterías que digo pero son la vacaciones que me dañan).
Ahora regresando al tema de la entrada como no tengo nada interesante que decir me sacare algo de muy baja calidad. El viaje del que les hablare aun no lo termino, se llama vida, y es el viaje más impredecible y extraño al que he ido. Una frase para terminar la entrada… y pensar que me tarde años en pensar en eso. Feliz 2010 gente… y criaturas mágicas (incluyendo arboles).
JP