Hablamos de un proceso, maquinal puramente, necesario y riguroso. Como el de una computadora, recurriendo a la metáfora, el origen de lo que llamamos Universo, ergo vida, se da por una actualización, una nueva versión, si se quiere ver así, del sistema. En sí no hubo un origen como tal, hubo muchos y de la misma manera, con una serie de renovaciones de lo que conocemos, reinventándonos, cada vez con diferentes palabras, seres y formas de comunicarse, pero de pronto, llega un momento de la mejora, se busca tender a cero (entropía) y de pronto, cosmos y caos emergiendo en diferentes olores y colores. Millones de secuencias de tiempo, para que de alguna forma el Sistema busque mejorar, parchar errores, revolucionarse, todo va ahí, como una computadora omnipresente, formateándonos. Ya varía de cada versión ponderle un nombre a lo ocurrido -ahorita es Dios- y de pronto, pasan los años, surge la entropía y se hace la luz y todo lo que se conocen como movimientos... Otra vez.
JF
Al principio solo éramos tu y yo, yo más que tu. Eras niebla, eras oscuridad, eras un giño onírico que sobrevivió mas allá del despertar. Conforme nuestras citas nocturnas pasaban algo descubría de ti y algo descubría de mí. Una noche descubrí tu mirar, descubrí esos mares inexplorados en los cuales se asoma el fondo de tu ser. Otra noche descubrí tus montañas y tu áspera piel color canela. La tercera noche descubrí a tu débil voz murmurando por tu cuerpo, susurrándome al oído cosas que el viento ya olvido como decir. La cuarta noche descubrí tu furia, tu piel se cuarteaba y tus ojos la inundaban con lágrimas saladas y me sentí desdichado. La quinta noche descubrí tu calma, y me inspiraste esa paz que solo la muerte puede otorgar. La sexta noche descubrí tu pasión; y tus venas de roca y magma fundieron tu cuerpo con el mío. La séptima noche te descubrí a ti, ya no eras un sueño que escapo a la mañana ni una confusa obscuridad nebulosa… eras real. Al final éramos solo tú y yo.
R.
¿Me pregunte, por última vez, cuáles eran las razones para comenzar con el proyecto? La aburrición que causaba la monotonía de tanto espacio vacío, parecía ser la razón más importante.
Así que empecé, ya tenía una idea, pero todo se daría según fluyeran las cosas.
Primero luz, pensé, así que aplaudí y un gran resplandor salió de mis manos, pero tan pronto las abrí, toda esa luz se disperso por el infinito vacío. Me lleva…-pensé- bueno primero donde poner la luz, luego la luz. Hice estrellas, tantas como pude, las repartía por el espacio vacío tan uniformemente como podía pero estas se agrupaban de nuevo en formas particularmente extrañas, las volvía a repartir y se volvían a agrupar, me lleva, pensé de nuevo, así que deje que hicieran lo que quisieran y empecé a rellenarlas de luz, una por una, y me tarde tanto tiempo como el que me tarde en hacerlas. Al final estaba harto, tanto tiempo empleado solo para iluminar el estúpido espacio, al carajo el nuevo proyecto, y me fui a dormir.
Cuando deserte me puse a jugar con las estrellas, les soplaba, se alejaban y regresaban exactamente a donde estaban. Repetí la maniobra hasta que me aburrí y decidí darle otra oportunidad al proyecto. Bueno ahora las canicas, tome la gran bola de barro rojo que estaba ahí desde la primera vez que desperté y la empecé a dividir, así la dividí tantas veces como pude, y con los pedazos hice esferas, miles y miles, estas serian las canicas del juego, así que las repartí por todo el espacio, más cerca a los grupos de las estrellas, para que no se me fueran a perder, y empecé a jugar, pero cuando golpeaba las canicas se desmoronaban, no eran duras… al carajo, ya me harte de este proyecto, y me fui a dormir.
Bueno, bueno ya casi acabo, y volví al proyecto. Fuego, dije, y fuego empezó a brotar de mi dedo índice, si esto funciona el fuego endurecerá las canicas, y así paso, todas estaban duras pero calientes, así que agua dije y agua empezó a de mis pulgares, y enfrié todas las canicas. Pero algunas se quedaban mojadas y otras se quedaban en llamas… bueno ahora si me voy a dormir, pinche proyecto.
Me levante y varias canicas seguían en llamas, pero varias ya se habían apagado, así como varias seguían mojadas pero varias también se habían secado, bueno con el tiempo todas estarán secas y apagadas, bueno tal vez esperare, y espere y vi como las canicas se empezaban a enrolar con las estrellas, y como las canicas mas chicas se juntaban con las más grandes, y como empezaban a girar, que raro, y vi como todo el espacio vacío poco a poco empezó a moverse a mi alrededor, las estrellas rodaban las canicas, y las canicas chicas a las grandes, así todo en torno a mí.
Me fije en un grupo de estrellas en particular, había desplazado una de las canicas que seguían en llamas hacia un costado del grupo principal, y las canicas que estaban alrededor de esa canica en llamas la seguían y se acomodaban de la misma forma, eran en total 10 canicas, la que estaba en llamas, seguida por otras 9, la tercera estaba mojada así que le sople pero no se seco por completo, solo como un cuarto de toda la canica se veía sin agua, así que se veía bastante bien, todas las estrellas flotando con las canicas dándole un poco de color a todo eso, y me fui a dormir.
Al despertar volví a revisar las canicas, algunos grupos de estrellas chocaban entre si, explotando en miles de fragmentos luminosos infinitamente más pequeños que las estrellas originales, eran como chispas que al caer al suelo se terminaban de apagar, y la luz que tenían se desvanecía igual que la primera vez que hice luz… después fui a ver las 10 canicas que en particular me llamaban la atención, la canica mojada tenía algo raro, como bichos moviéndose estaban bien raros, desproporcionados, con cuellos muy largos o brazos muy cortos, y unos solo comían la cosa verde que había en la canica, pero otros se comían a los que comían la cosa verde, y no me gusto así que los mate a todos. Después estaba aburrido así que hice chocar intencionalmente grupos de estrellas pues me gustaba como se hacían trocitos parpadeantes hasta caer al suelo y apagarse finalmente, me canse y volví a ver los demás grupos de estrellas. Hasta llegar al grupo ese en particular, y note que habían crecido bichos de nuevo, ahora había otros bichos, unos que se parecían mas a mi, como en miniatura, para que los mato si de todas manera vuelven a crecer, pensé, y me fui a hacer chocar mas grupos de estrellas.
E.
JF
Al principio solo éramos tu y yo, yo más que tu. Eras niebla, eras oscuridad, eras un giño onírico que sobrevivió mas allá del despertar. Conforme nuestras citas nocturnas pasaban algo descubría de ti y algo descubría de mí. Una noche descubrí tu mirar, descubrí esos mares inexplorados en los cuales se asoma el fondo de tu ser. Otra noche descubrí tus montañas y tu áspera piel color canela. La tercera noche descubrí a tu débil voz murmurando por tu cuerpo, susurrándome al oído cosas que el viento ya olvido como decir. La cuarta noche descubrí tu furia, tu piel se cuarteaba y tus ojos la inundaban con lágrimas saladas y me sentí desdichado. La quinta noche descubrí tu calma, y me inspiraste esa paz que solo la muerte puede otorgar. La sexta noche descubrí tu pasión; y tus venas de roca y magma fundieron tu cuerpo con el mío. La séptima noche te descubrí a ti, ya no eras un sueño que escapo a la mañana ni una confusa obscuridad nebulosa… eras real. Al final éramos solo tú y yo.
R.
¿Me pregunte, por última vez, cuáles eran las razones para comenzar con el proyecto? La aburrición que causaba la monotonía de tanto espacio vacío, parecía ser la razón más importante.
Así que empecé, ya tenía una idea, pero todo se daría según fluyeran las cosas.
Primero luz, pensé, así que aplaudí y un gran resplandor salió de mis manos, pero tan pronto las abrí, toda esa luz se disperso por el infinito vacío. Me lleva…-pensé- bueno primero donde poner la luz, luego la luz. Hice estrellas, tantas como pude, las repartía por el espacio vacío tan uniformemente como podía pero estas se agrupaban de nuevo en formas particularmente extrañas, las volvía a repartir y se volvían a agrupar, me lleva, pensé de nuevo, así que deje que hicieran lo que quisieran y empecé a rellenarlas de luz, una por una, y me tarde tanto tiempo como el que me tarde en hacerlas. Al final estaba harto, tanto tiempo empleado solo para iluminar el estúpido espacio, al carajo el nuevo proyecto, y me fui a dormir.
Cuando deserte me puse a jugar con las estrellas, les soplaba, se alejaban y regresaban exactamente a donde estaban. Repetí la maniobra hasta que me aburrí y decidí darle otra oportunidad al proyecto. Bueno ahora las canicas, tome la gran bola de barro rojo que estaba ahí desde la primera vez que desperté y la empecé a dividir, así la dividí tantas veces como pude, y con los pedazos hice esferas, miles y miles, estas serian las canicas del juego, así que las repartí por todo el espacio, más cerca a los grupos de las estrellas, para que no se me fueran a perder, y empecé a jugar, pero cuando golpeaba las canicas se desmoronaban, no eran duras… al carajo, ya me harte de este proyecto, y me fui a dormir.
Bueno, bueno ya casi acabo, y volví al proyecto. Fuego, dije, y fuego empezó a brotar de mi dedo índice, si esto funciona el fuego endurecerá las canicas, y así paso, todas estaban duras pero calientes, así que agua dije y agua empezó a de mis pulgares, y enfrié todas las canicas. Pero algunas se quedaban mojadas y otras se quedaban en llamas… bueno ahora si me voy a dormir, pinche proyecto.
Me levante y varias canicas seguían en llamas, pero varias ya se habían apagado, así como varias seguían mojadas pero varias también se habían secado, bueno con el tiempo todas estarán secas y apagadas, bueno tal vez esperare, y espere y vi como las canicas se empezaban a enrolar con las estrellas, y como las canicas mas chicas se juntaban con las más grandes, y como empezaban a girar, que raro, y vi como todo el espacio vacío poco a poco empezó a moverse a mi alrededor, las estrellas rodaban las canicas, y las canicas chicas a las grandes, así todo en torno a mí.
Me fije en un grupo de estrellas en particular, había desplazado una de las canicas que seguían en llamas hacia un costado del grupo principal, y las canicas que estaban alrededor de esa canica en llamas la seguían y se acomodaban de la misma forma, eran en total 10 canicas, la que estaba en llamas, seguida por otras 9, la tercera estaba mojada así que le sople pero no se seco por completo, solo como un cuarto de toda la canica se veía sin agua, así que se veía bastante bien, todas las estrellas flotando con las canicas dándole un poco de color a todo eso, y me fui a dormir.
Al despertar volví a revisar las canicas, algunos grupos de estrellas chocaban entre si, explotando en miles de fragmentos luminosos infinitamente más pequeños que las estrellas originales, eran como chispas que al caer al suelo se terminaban de apagar, y la luz que tenían se desvanecía igual que la primera vez que hice luz… después fui a ver las 10 canicas que en particular me llamaban la atención, la canica mojada tenía algo raro, como bichos moviéndose estaban bien raros, desproporcionados, con cuellos muy largos o brazos muy cortos, y unos solo comían la cosa verde que había en la canica, pero otros se comían a los que comían la cosa verde, y no me gusto así que los mate a todos. Después estaba aburrido así que hice chocar intencionalmente grupos de estrellas pues me gustaba como se hacían trocitos parpadeantes hasta caer al suelo y apagarse finalmente, me canse y volví a ver los demás grupos de estrellas. Hasta llegar al grupo ese en particular, y note que habían crecido bichos de nuevo, ahora había otros bichos, unos que se parecían mas a mi, como en miniatura, para que los mato si de todas manera vuelven a crecer, pensé, y me fui a hacer chocar mas grupos de estrellas.
E.
