29 ene 2010

La importancia de tener la razón.

Esta entrada es una invitación directa a la reflexión, no buscaré separar los buenos de los malos, ya que de ser así todo lo posteriormente escrito carecería de fundamentos. Precisamente mi intención es que nos pongamos a pensar sobre qué tan valioso es para ti y para mi estar en lo correcto.....y qué precios estamos dispuestos a pagar por que así sea..........o así parezca.
Recientemente tuve una plática muy interesante con mi prima, pero más allá de sentarnos a dialogar, sentí como si trabajara detrás de una ventanilla, es más, usaré esa analogía para narrar lo sucedido. El código será L para mi e I para mi prima.
L Siguiente.....buenastardesbienvenidaenquépuedoayudarla?
I Erm...hola, quisiera hacer una solicitud de interés por favor.
L Uy no señorita, esta es la "ventanilla para retiros de información sobre mis problemas e intereses", va a tener que pasar a la ventanilla de "Ud. me importa" o esperar a que me den un ascenso.....¿eso es todo?
I ¿? Pues Ud, dígame. No estoy conforme con su respuesta.
L Ah, en ese caso tiene que pasar a la ventanilla de quejas, redactar una con letra clara y legible y traérmela para que la deje en el Buzón de Estado de Ánimo, donde de 1 a 3 meses haremos caso a su generoso comentario.
I ....¿quiere una queja? Vale
Me molesta mucho que lo único que hagas cuando hablamos sea hablar sobre tu vida y sobre ti mismo. Nunca me preguntas cómo estoy. Solo te interesa saber mi opinión sobre cosas referentes a TU vida. No te has molestado ni en preguntarme por qué estoy fría.
L Ok, un momento, tengo un protocolo especial para estos casos, permítame buscarlo. Ajá, "Manual del empleado para tener la razón"
Solo trato de revivir nuestra comunicación, si no te gusta cómo lo hago, has algo al respecto.
Te parezco egoísta, soy el único que ha hecho un esfuerzo. Nunca hablas de ti, nunca inicias una conversación, es como si no fuera parte importante de tu vida. ¿Y sabes?, cuando algo no te parece puedes hablar de ello, pero no de una forma tan hiriente como esta.
I No es hiriente, es la verdad. Solo estoy siendo sincera, ya te había dicho cómo me sentía de que no fueras capaz de preguntar cómo estoy.
L Vale vale, déjeme leerle algo de la sección final "En caso de indicios de no tener la razón, una buena víctima siempre sale triunfante, úsese bajo su propio riesgo" Ahora, concédame otro minuto de su valiosísimo tiempo.
Y yo también te dije cómo me sentía, que yo no suelo preguntarle a las personas por sus vidas. Si tú tienes tus términos yo tengo los míos. Y entérate, tienes un primo que se muere por saber cómo estás, que le platiques algo de tu vida, lo que sea, porque eso lo hace sentirse querido. Que cuando se conecta cruza los dedos para que salga una ventana en la que le compartas algo.
I ¿Me permite pasar al otro lado de la ventailla?
L !!! Eso no será posible, hay ciertas reglas establecidas y nadie sin autorización puede...........
(I pasa al otro lado)
I ¿Sabe qué me da a entender?
Yo no te pregunto por ti, pero si te intereso cuéntame tu vida y como me interesas te escucharé.
L .........
I ¿De verdad te cuesta tanto preguntarme cómo estoy? Con que lo hagas una vez me conformo.
Te digo lo que me molesta, y en lugar de comprenderme, haces lo de siempre, analizas y juzgas, mueves mis palabras para que me ataquen, y terminas por hacer que yo quede como la mala.
L ..........
I Ten los huevos de intentar entenderme, intenta ver las conversaciones anteriores desde mi punto de vista. Te contaba algo, me contabas y luego yo tenía que contarte algo. Te quedas sentado esperando a que los demás vengan por ti.
Yo no voy a ir por nadie que JAMAS me muestre interés.
L No hay nada en el manual, por favor permítame encontrar algun archivo que..........
I En vez de instalarte en el papel de víctima, solo ENTIENDE, lo único que quiero es que trates de comprenderme para mejorar la relación.
(suena mi teléfono)
L Ajá...sí, de, de ¿verdad?, de acuerdo, muchas gracias.
Me acaban de dar un ascenso, ¿cuál era su solicitud?
Ahora, una lista de las cuestiones a reflexionar, me permitiré hablar en plural.
¿Seremos capaces de verdaderamente escuchar a quien tenemos en frente?
¿Podremos ignorar aquellos protocolos molestos que "nos funcionan" tan bien?
¿Será prudente considerar la posibilidad de estar equivocados?
¿Habrá realmente un bueno y un malo librando una batalla interminable, o solo una indisposición, uni o bilateral, de tratar de entender al otro?
Yo creo que si ambas personas son capaces de ponerse del mismo lado de la ventanilla y escuchar al otro; no hay procedimiento que valga, mas que el que se escriba en ese momento.
¿Tengo razón o no?
I y L Amare et sapere vix deo conceditur.

1 comentario:

ALS dijo...

Buena entrada Luisillo, son de esas cosas (como algunas canciones) que si recientemente has vivido algo parecido te pegan.

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