¡Bu! aquí ando de nuevo, como ya se habrán dado cuenta después de casi dos semanas de inactividad, este su blog volvió y espera repartir algunas alegrías nuevamente.
Extrañé mucho el blog y extrañé la sensación de ser leído, sin embargo notarán que todos estuvimos ausentes y eso se debe a que nuestros putetes exámenes nos agobiaron hasta el flequillo, literalmente, así que sin más pretextos, estamos de vuelta, y más chingones que lo que usted pudiese ver en High School Musical 3.

Mis últimas semanas se resumen en una inexplicable mezcolanza de alegría con estrés en dosis muy altas, tenía mucho de no haber estado tan contento y en eso llegó la funesta semana de evaluación académica y no hubo de otra que ponerse como idiota, intenté escrbirles, sin embargo salían series de letras sin sentido a tal grado que la teoría de que no se puede bloggear en semanas estresantes fue hecha ley y ahora postulada en este blog. Me di cuenta que sería de la cola enamorarse en un Starbucks y que en dos semanas no he podido reflexionar nada, mas que el hecho de estar feliz e iracundo a la vez.

Averigüé un poco más sobre los intelectuales y me di cuenta que no ven Discovery ni mucho menos NatGeo, me di cuenta de que dios nos ha abandonado, me di cuenta que la inseguridad nos dio un abrazo, que mientras pasa todo lo malo una chica ha gritado: "Son los días más felices de mi vida", lo cual deprime un poco, porque los días han estado muy nublados, como con esa neblina que se percibe tóxica.

Sé ahora que cada semana el Cruz Azul es como un huevito Kinder, o bien puede hacerte feliz un buen rato o puede hacerte senir más mierda. He aprendido que todo lo que somos lo somos por que fuimos conquistados y que dudo si hablar español es lo mejor que me ha pasado. Que quizá soy un texto de pseudoliberación adolescente o quizá no, que quizá mis palabras no son nada y que quizá mis palabras pueden serlo todo.

Quisiera saber cuál fue la primera palabra que se murmuró en el universo, y siento nuevamente alegría, pero es ese tipo de felicidad que no la sabes disfrutar porque tampoco sabes por qué vino.
Lectoras y lectores, bienvenidos nuevamente a Julios United.